Javier Estévez y sus mensajes
Este sábado en Valencia, asistí a una jornada del ponente Javier Estévez, un reputado psicólogo y pedagogo, director de la Unidad Focus en La Coruña, promovida por la asociación APNADAH.
Fueron 8 horas de intenso aprendizaje que trataré de ir transmitiendo en distintas publicaciones, pues hay mensajes clave muy interesantes que conviene ir practicando e interiorizando. Dicen que el conocimiento ¡trae la virtud!
A lo largo de distintos post, me gustaría explicar tres prácticas llamadas: el mensaje yo, la técnica del sándwich y el banco de niebla, pero vamos a ir uno a uno, porque de lo que se trata es de entenderlo y practicarlo.
“Mensaje YO”
¿Qué es?
Es una técnica de comunicación. Es decir, NO es una técnica de modificación de conducta (que requiere una práctica intensa guiada por un profesional). Entonces, ¿para qué la quiero?. Porque solo modificando mi forma de transmitir, estoy consiguiendo cambios positivos y de lo que se trata es de aprender la mejor forma de llegar a nuestros hijos y de que nuestros hijos, nos sientan cerca.
¿Cuándo la puedo utilizar?
Cuando deseo influir en una pauta habitual que no me gusta, por ejemplo: habitación desordenada, cama sin hacer, ropa en el suelo, móvil o maquinitas adheridas a las manos de nuestros hijos… ¿A que sabes de lo que hablo?
¿Qué estructura he de seguir?
1ª Cuando… [aquí hablamos del hecho, por ejemplo, “el banco de la cocina lleno de Cola-Cao“].
2ª Me siento… [aquí comparto con mi hij@ mi emoción más profunda, por ejemplo, “me irrito”, “me enfadas”, “me dan ganas de gritar”, “me siento frustrada…” ]
3ª Me gustaría… [aquí cuento de forma sencilla y concreta lo que me gustaría que ocurriera, por ejemplo “pasar un trapo y limpiarlo”.]
4ª Refuerzo de estado: Un “te quiero”, un “eres un campeón”, un “Gracias amor”.
Sin embargo, no es adecuado decir un “gracias por intentarlo” o “estoy segura de que tú puedes”, porque según Javier Estévez, eso serían refuerzos de acción, y de lo que se trata es de algo mucho más grande, de un refuerzo global, de cerrar el mensaje no solo con un lazo que felicite una acción sino al ser completo.
Teniendo esto en cuenta, el mensaje Yo quedaría así: “Cuando veo el banco de la cocina lleno de Cola-Cao, me siento muy irritad@. Me gustaría que cuando acabes de desayunar, pases un trapo y lo limpies. De esta forma siento que somos un equipo. ¡Te quiero!”
¿Te atreves a construir un “mensaje yo“? Puedes compartirlo conmigo en la cuenta info@volandocometas.com o a través de las redes sociales. Sería estupendo contar con un banco útil de “mensajes yo” revisados que pudiéramos utilizar en casa.