Dentro las intervenciones psicosociales, una de las más prometedoras son aquellas que basadas en “crianza consciente” o mindful parenting (Singh et al., 2010). Por mindfulness entendemos la capacidad de orientar la atención de forma intencionada hacia el momento presente, y atender a la propia experiencia, sin reaccionar, observando con curiosidad, apertura, aceptación, adoptando un enfoque de no juicio hacia la propia experiencia (Baer, et al.,  2008). La aplicación de mindfulness en la crianza es lo se conoce como Mindful Parenting (Bögels &Restifo, 2014; Haydicky et al., 2015).

Mindful Parenting es una nueva aplicación de la intervención con mindfulness, que tiene como objetivo, mejorar la crianza de los hijos y se define como: ”prestar atención a su hijo y su crianza de una manera particular: intencionada, aquí y ahora, sin juzgar ” (Kabat-Zinn, 1997).

En palabras de Jon y Myla Kabat Zinn, “crianza consciente es adentrarse en el proceso educativo de forma intencionada, momento a momento, sin juicios, como mejor sabe hacer uno, con lo que cada uno puede aportar. Cultivar la atención en la educación, empieza con uno mismo, con su propio “darse cuenta”. Este crecimiento incluye:

1. Reconocer y tener presente la naturaleza única de cada niño, su temperamento y necesidades.
2. Desarrollar la capacidad de escuchar con total atención cuando interactuamos con cada uno de nuestros hijos.
3. Recoger conscientemente con amabilidad y sensibilidad, cualquier grado posible de nuestros hijos y de nosotros mismos, de sentimientos, pensamientos, intenciones, expectativas y deseos.
4. Ofrecer compasión y aceptación sin juicio a uno mismo y a nuestros hijos.
5. Reconocer nuestras propias reacciones impulsivas, en las reacciones impulsivas de nuestros hijos” (Jon y Myla Kabat-Zinn, 2010).

Te recomiendo el libro “Padres conscientes, hijos felices” de estos mismos autores, para que puedas comprender perfectamente la amplitud del término y su profundidad.