TDAH y vergüenza: cómo apoyar desde la maternidad
En este post, quiero hablarte de la vergüenza, esto es, de la vergüenza vinculada al TDAH y de la maternidad. Te invito a acompañarme en una breve visualización para comprender mejor este concepto y su impacto:
- Cierra los ojos y comienza a respirar profundamente, desde el abdomen. Siente cómo al inspirar tu barriga se expande y cómo al exhalar, el ombligo viaja hacia adentro mientras las paredes abdominales se relajan.
- Mientras respiras despacio, imagina dentro de ti, una bolita de luz cálida y brillante. Esa luz eres tú: tus talentos, tu energía, tu forma de ser y estar en el mundo. Date un momento para sentirla…
- Ahora imagina que, delante de esa luz, aparece una cortina fina, como de gasa. Puedes correrla un poco para regular la entrada de luz. Te ofrece intimidad, pero la luz sigue ahí: cálida y visible. ¿Cómo sientes en tu cuerpo esa protección ligera?

- Sigue con la visualización. Ahora la cortina se vuelve muy pesada y tupida…tanto que apenas deja pasar la luz. Desde dentro, casi no ves nada. Te cuesta mostrarte. Te da la sensación de que tu luz, no debería salir de ahí. ¿Qué sientes en tu cuerpo cuando la cortina oculta tu luz?
- Para finalizar, regresa al momento presente, sin cortinas, con todas las posibilidades y oportunidades de seguir brillando. Toma tres respiraciones profundas, sintiendo la respiración en todo tu cuerpo mientras conectas con el espacio en el que estás ahora.
Continuemos un poquito más...
En la vida de nuestros hijos con TDAH, la vergüenza puede funcionar como esa cortina:
-Ligera, cuando regula y protege.
-Densa y opaca, cuando impide que la luz se muestre.
El psicólogo Gershen Kaufman explica que la vergüenza no es solo una emoción pasajera, sino una estructura emocional dolorosa sostenida por patrones aprendidos en los que:
- a) La persona puede sentirse atrapada en un sentimiento de insuficiencia.
- b) Anticipa el rechazo y se autocensura.
- c) Vive con la constante sensación de ser defectuosa, de tener algo que ocultar.
Este “guión de la vergüenza” puede permanece activo durante años, afectando la vida adulta y las relaciones. ¿Te suena algo de esto? ¿Lo estás observando en tu hijo o hija?
Si es así, como mamás podemos hacer mucho para ayudarles a reconectar con esa parte de su identidad que necesita sentirse vista, aceptada y validada.
En Volando Cometas, el trabajo con mindfulness nos ayuda a cultivar (del latín cultivare, “preparar la tierra para sembrar”) la presencia emocional y el afecto genuino que actúan como antídotos frente a la vergüenza.
De todo esto y más, hablaremos en la próxima formación sobre Crianza Consciente para madres con hijos e hijas con TDAH que puedes encontrar aquí.
Si lo que necesitas es un entrenamiento individualizado o una mentoría para recibir asesoramiento y apoyo, te espero solo a un correo de distancia.