Esta formación me ha ayudado a valorarme más a mi misma y a los demás; a convivir con mis problemas de una manera más relajada; a dedicarme un tiempo para mi sola que me enriquece mucho; a entender a las otras personas.
Me gustaría que pudieran hacerlo más familias con autismo, porque he notado cambios positivos en mi que querría para los demás. Lo que más me ha gustado ha sido el ejercicio de la planta de los pies, porque me ha hecho sentirme fuerte y poderosa. Lo que menos me gustó fue cuando trabajamos el ejercicio de ser escuchados por los demás…soy bastante tímida y quizá me faltaba confianza con el resto de participantes.
Me gusta la paz y la quietud que emana y contagias de tu persona. Solo escucharte da un gran bienestar.