El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), es uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes en la infancia y con frecuencia persiste en la adolescencia y en la edad adulta con una prevalencia del 5% de niños en edad escolar.

Actualmente, se han recogido dos formas de intervención primaria para adultos y niños con TDAH: tratamiento farmacológico y tratamientos psicosociales. Hoy en día, el tratamiento farmacológico es el tratamiento con mayor apoyo para el TDAH severo y se basa principalmente en la prescripción de psicoestimulantes. Sin embargo, a tenor de las limitaciones que se recogen de la literatura científica, debemos ser cautos en la promoción de este uso: no todos los pacientes presentan una reducción de sus síntomas o dejan de experimentar dificultades, su eficacia a largo plazo no está clara, a veces tiene efectos secundarios significativos y la adherencia a la el tratamiento generalmente es bajo.
Las pautas internacionales recomiendan el uso de tratamientos farmacológicos, si bien, como parte de un programa de intervención más integral, que incluye una intervención psicosocial combinada, como técnicas de modificación del comportamiento, entrenamiento parental, técnicas de autorregulación, entrenamiento neurocognitivo, habilidades sociales capacitación o adaptaciones del proceso de enseñanza-aprendizaje.

El entrenamiento de los padres en técnicas de modificación del comportamiento es la intervención psicosocial más efectiva acuando los niños son pequeños. Sin embargo, los efectos a largo plazo de estos programas son limitados porque dependen de la constancia que los padres pueden mantener, para responder de la misma manera, al mismo tipo de comportamiento.
En este sentido, es importante tener en cuenta el factor hereditario del TDAH, como un predictor en los padres de la falta de respuesta a esta formación parental. Por esta razón, es interesante estimular y alentar la búsqueda de nuevas alternativas o componentes de intervención.

Las intervenciones basadas en Mindfulness (MBI) han demostrado ser un tratamiento psicológico prometedor en adultos y en niños. Sin embargo, la mayoría de los estudios sobre mindfulness con jóvenes, involucran generalmente participantes sanos reclutados en escuelas, y la falta de estudios con grupos aleatorizados de control y muestras fuertes, hacen difícil apostar por estos programas de intervención.

El objetivo de este artículo es recopilar y comparar los MBI más reveladores para el TDAH en adultos y niños, y analizar la presencia de variables que podrían estar influyendo en la efectividad de dicha intervención.

Puedes continuar con la lectura de este artículo aquí. Ha sido publicado en el Journal Current Developmental Disorders Reports (2017) 4: 95. https://doi.org/10.1007/s40474-017-0118-x